Es una comedia ambientada en una estación de metro donde el espectador observa y se hace cómplice de lo que está ocurriendo en el andén contrario. Los metros llegan, se detienen y se van; pero los protagonistas, una mujer y un hombre de personalidades opuestas, no acaban de subirse a ninguno de ellos. Sienten curiosidad por conocerse, por saber más, una atracción irracional que provoca una tensión que aumenta según va pasando el tiempo. Los personajes creen empezar a conocerse, pero sus vidas se convierten en enigmas a resolver. Todo puede pasar en el andén, confesiones, amenazas, sobresaltos, misterios y pasiones.
La Especie busca introducir al espectador en una atmósfera subterránea y claustrofóbica, inspirada en el cómic de género negro, donde las facciones de los personajes están marcadas con colores intensos y opuestos. La estación está diseñada con luz ultravioleta para conseguir un efecto espectacular y mágico. La música, de estilo fronterizo y canalla, le da un toque de ironía e intriga a la historia. Es una obra que sorprende a cada momento, con guiños de humor generados por la personalidad de los protagonistas. Al fin y al cabo nos muestra la curiosidad que nos genera una situación que se sale de lo establecido y cotidiano. Una atracción hacia lo desconocido. Un agujero negro, como el propio túnel de la estación, que nos engulle.